miércoles, 12 de septiembre de 2012

Ruta a dúo por la Sierra de Gredos

Buenas,

Como os comenté en el último post, os debo la crónica de nuestro primer viaje serio a dúo. Pues bien, allá voy. Espero os rfesulte amena, es más larga de lo habitual, porque fueron dos días, pero he tratado de amenizar la lectura con varias fotos. Que aproveche!

Antes de lanzarnos a pasar todo un fin de semana motero, con el trote que ello conlleva, quise hacer alguna ruta con Valen de paquete (alguna de ellas la he relatado aquí), para que fuera acostumbrándose a la moto y sus peculiaridades; equipación, postura, espacio, etc. He de decir que, con el poco tiempo y experiencia que posee, Valen me ha sorprendido gratamente. A veces ha sido ella misma quien me ha animado a subirnos a la moto, cosa que me alegra profundamente, ya que esta pasión, creedme, se disfruta mucho más a dúo (tened en cuenta que para desfogarme tengo la circuitera).

mi chica motera :)

Pues bien, una vez que vi a Valen preparada y con ganas (aún más importante) de pasarnos horas y horas encima de la moto, trazando curvas sin un destino claro, observando bellos parajes y degustando las gastronomías locales, planificamos el fin de semana sobre dos ruedas. La zona la teníamos clara, la preciosa Sierra de Gredos, por habérmela recomendado mucha gente, entre ellos mi fisio y su socio (gracias Jose y Cris) y varios foreros de motos.net . Al ser la primera vez que hacíamos aquello de "carretera y manta" pensé que sería mejor pernoctar únicamente el sábado, no fuera a ser que mi artillera se empachara de moto. Para ello decidí reservar noche en un bonito pueblo que se encuentra en la zona nooeste de la Sierra de Gredos, Hervás (el pueblo de mi fisio). Tiene un barrio judío paseasble y agradable, y varios restaurantes donde deleitarte con la afamada ternera de la zona. Pero vayamos por partes.

Os pego la ruta que hicimos:

en total hicimos unos 600 kms

Como podéis ver, la idea era bordear la Sierra de Gredos por su lado norte, haciendo noche en Hervás, volviendo al día siguiente a Madrid la parte sur de la Sierra. Al final cumplimos con todo el itinerario exceptuando la incursión de ida y vuelta ak puerto de Picos. Antes de que cualquier rutero me recuerde que nos perdimos lo mejor (lo sé Tai!) diré en mi defensa que al pasar por allí ya eran las 15:30 y el hambre y el cansancio achuchaba. Además, nos dijimos que era la excusa perfecta para volver (para entonces la ruta ya nos había encandilado). Porque sí, volveremos.

Pero volvamos a la casilla de salida. El sábado la idea era ponernos en marcha pronto. Aquí quiero hacer una aclaración: para nosotros "salir pronto" significa estar en la carretera para las 10. Tras varios e infructuosos intentos, he desistido de madrugar para salir en moto (bueno, en realidad para cualquier cosa :P). Aunque me gustaría decir que a mi chica se le pegan las sábanas con pegamento, sé que leerá estas palabras, así que co-accionado por esto diré que a un servidor también le cuesta salir de la cama prontito (aunque un poquito menos) ;)

a veces pienso que Calvin es pariente lejano de mi chica...

Una vez hecho el inciso, toca entonar el mea culpa. ya que para una vez que logré tener todo listo para antes de las 10, justo antes de salir de casa me di cuenta que mi intercomunicador no había cargado en toda la noche por estar uno cables medio suelto :/ Así que después de jurar en arameo, tirarme de los pelos y nombrar a los chinos y todas sus dinastías (desde la Qin hasta la Ming), reflexioné y decidí que era preferible retrasar una hora la salida y poder hablar durante el camino (hasta que aguantara la batería del intercomunicador) a salir a la hora prevista pero yendo "mudos", lo cual hemos comprobado que te limita el disfrute de la ruta. Una vez semi-cargado el chisme (luego os relataré mása), emprendimos, por fin, la marcha. Vamos que nos vamos!

intercomunicadores chinos por 70€ la pareja, muy recomendables

Cogimos la A-6 con intención de salir por la carretera de los pantanos (M 505), pero al ir hablando y distraído, me pasé la salida. Es igual, salimos más adelante por Torrelodones y comenzamos a disfrutar de la carretera que va de Galapagar a Robledo de Chavela, pasando por El Escorial. Aquí me sorprendió que, a pesar de ser sábado y mediodía, apenas sufrimos tráfico domingueril y no nos cruzamos con tantos moteros como imaginé. Debe ser que era Agosto. Continuamos por la afamada carretera que va de Robledo a Cebreros, preciosa, ya la conocíamos y fuimos recreándonos curva tras curva. Después tocó bordear el embalse del Burguillo (donde paramos a reposar y nos dimos un chapuzón en la última ruta), donde disfrutamos de lo lindo con la temperatura, los paisajes y la carretera, aunque nos dejó preocupados comprobar cómo había bajado el nivel del agua en apenas dos semanas.

ambiente dominguero en el embalse del Burguillo (tomada en nuestra anterior ruta)

Me gustaría ilustraros con más (y mejores) pruebas gráficas nuestras rutas y lugares que visitamos, pero desgraciadamente Valen aún no se siente cómoda con el combo cámara + moto, así que hasta nuevo aviso no hará de reportera y tendremos que conformarnos con las fotos que tomemos en cada parada (que no son muchas, ya que prefiero disfrutar de la ruta y quedarme las imágenes en mi cabeza).

La ruta nos encandiló enseguida, la Sierra tiene unas carreteras y unas vistas que engatusan a cualquier motero, sea "errero", customero o endurero (seguro que tiene sus pistas). Nos acercábamos al puerto del Pico, pero como he relatado antes, ya eran pasadas las 15h, el estómago nos pedía repostaje y estábamos con ganas de parar, así que decidimos tirar hasta Navarredonda de Gredos, donde me habíam recomendado un sitio donde comer. Así que decidimos dejar el afamado puerto para la próxima vez, y deleitar nuestro buche con la afamada ternera de la zona. Comimos en un restaurante llamado La Dehesilla, en el pueblo de Barajas (el pueblo pegado a Navarredona) 100% recomendable, 25-30€/ barba, pero con platos que merecen la pena, y con unas vistas que relajan el alma.
Vistas desde nuestra mesa...
Me gustaría compartir con todos vosotros los platos de los que dimos gustosa cuenta:
Primero una deliciosa parrillada de verduras, las cuales tenían un sabor que nos perdemos los urbanitas que compramos en los super de barrio
Después atacamos un exquisito solomillo de auténtica ternera de la zona, sabroso, tierno y con una textura mantequillosa que era pura fiesta en el paladar.
Y para ayudar a digerir estos manjares nos pedimos sendos helados de mandarina y sandía como postre.
Una comida de sibaritas, pero nos lo merecíamos tras horas encima de la moto, o al menos eso nos dijimos cuando llegó la cuenta! jijiji

rico rico y con fundamento!

Tras la comilona, proseguimos con el viaje con la intención de llegar a Hervás a media tarde, y así poder aprovechar el día y pasear un poco. Sin embargo la concentración del riego sanguíneo alrededor del estómago hizo que tuviéramos que buscar un lugar donde reposar un poco.A al ver una de las tantas gargantas de la zona (para los de la LOGSE: un río donde bañarse), paramos, nos quitamos la ropa de romano, y nos tiramos a la bartola tan ricamente...

a la rica siesta...

Tras el merecido y agradable descanso, nos montamos a la robusta V-Strom, la cual nunca se queja (aunque sí que se echa la siesta de vez en cuando jejeje), y pusimos rumbo a Hervás. Pasamos por el Barco de Ávila, donde pasamos cerca del imponente castillo (me quedé con ganas de fotografiarlo y entrar a echar un ojo, aunque desconozco si eso es posible), y ya enfilamos hacía el puerto que lleva a Hervás.

quién no se para con estas vistas ...?

Una vez llegados aquí pequé de novato, y cometí el error de fiarme de Google maps. En vez de coger la A-66 en el Barco para llegar hasta Hervás, preferí ir por la ruta secundaria que ofrecía Google Maps (típico del motero), ya que al parecer había una cerretera revirada y divertida (meeec! error). Y la había, pero a través del puerto de Honduras (viva Honduras! jejeje), el cual desconocía que estuviera tan mal conservado. Fue un tramo bastante tortuoso, ya que hay muchos tramos en los que vas prácticamente haciendo off-road, con baches y boquetes considerables en el asfalto, o lo que queda de él. Lo peor es que según cogimos el desvío leímos en el cartel del desvío "Hervás 31 kms"... uffff.  Quizá exagere con mi lamento, y algunos diréis que para algo tengo una moto trail (asfáltica, pero trail), pero teniendo yo una hernia discal a la cual no le vienen nada bien los baches, llevando encima más de 300 kms de carreteras reviradas, pues el final de etapa no fue el deseado. Pero bueno, por fin llegamos a Hervás, hicimos el check-in, nos duchamos, nos relajamos y nos prepararnos para dar un garbeo por este pueblo con pasado judío.

 atardecer rojizo en Hervás

El pueblo es pintoresco, con su barrio judío y sus iglesias con siglos encima. También tiene un museo de la moto clásica, el cual también dejo pendiente para futuras visitas (que la habrá). Tras visitar los lugares más emblemáticos, nos pusimos a buscar un sitio dónde cenar. Tras descartar los sitios que me reomendó mi fisio por estar hasta arriba ambos (sábado noche), vimos una terracita muy agradable y con buena pinta, así que allí que nos plantamos dispuestos a poner el broche a un día redondo. Acertamos de nuevo, con unos platos sabrosos, y un postre de lo más original. Estábamos cansados, así que pasamos de la copa (o no? ya no recuerdo de si degusté un cubata...) y directos al hotel a descansar.

 Hervás a la vanguardia culinaria

Antes de pasar al día siguiente, os quiero contar mi grata sorpresa con el intercomunicador, ya que tras la jodienda de comprobar que no había cargado la noche anterior y verme a obligado a hacer una carga de "emergencia" de apenas una hora (entera suele tardar 3 horas), comprobé cómo la batería no solo duraba la larga jornada de 7 horas encima de la moto, sino que a medianoche, al ir a cargarlo, me di cuenta que me lo había dejado encendido... y seguía funcionando! o_O parece difícil, pero los chinos de vez en cuando hacen cosas que merecen la pena.

Amanecimos el domingo con unas vistas de lo más relajantes, así que tras un reconfortante y continental desayuno, empacamos los bártulos y emprendimos la vuelta a Madrid. Por cierto, estoy encantado con el baul, un Givi Maxia E 55, el cual tiene una gran capacidad, entran holgados dos cascos XL, y es muy cómodo para su apertura/cierre/ desmontaje. De hecho tenía pensado utilizar la bolsa sobredepósito además del baul (ya sabemos que el secador y las cremas son indispensables para la supervivencia :P), pero finalmente no fue necesario, nos entró todo en el baul. y aún sobró algo de espacio. Para haceros una idea, en la anterior ruta que hicimos, la del chapuzón en el embalse del Burguillo, pudimos guardar toda la ropa de romano en el baul (dos chaquetas y dos pantalones de cordura y los dos guantes). He aquí la prueba:

además trae un práctico compartimento de plástico rojo donde guardar la documentación

En el camino de vuelta nos hizo más calor, así que paramos en las piscinas naturales de Candeleda a refrescarnos. Al tener el baul semi lleno, tuvimos que ingeniar una solución para dejar la ropa de romano, y fue un concepto que en la consultoría llamamos "win-win". Fuimos al chiringuito que había junto al río y le dijimos "en una horita vamos a comer aquí... qué tal si nos guardas la ropa?" como me esperaba no hubo ningún problema (buena gente por estas zonas), pero fue gracioso ver la cara del camarero al ir recogiendo ropa, y más ropa... "espera, que faltan las botas!" Nos vino muy bien el chapuzón en el río, aunque aquí no acertamos con el chiringuito, pero acertar 3 de 3 habría sido mucha carambola. Luego, quisimos encontrar un sitio para siestear brevemente como hicimos el día anterior, pero, tras hacer varios kilómetros y pasar varios pueblos sin un triste prado donde tirarnos a dormitar, tuvimos que parar en una plaza y ocupar un banco sobre el cemento para estirar las piernas (qué seca es la estepa sur de la Sierra de Gredos!). Poco más que contar durante este día, ya que esta jornada nos hizo mucho calor y teníamos ganas de llegar a casa.

Espero que os haya sabido transmitir un poco de lo que vimos y saboreamos en esta maravillosa ruta. Hasta la próxima!

martes, 4 de septiembre de 2012

sabor agridulce en Albacete

A las buenas mis estimados lectores,

Tras un caluroso mes de agosto que incitaba más al tinto de verano y tirarse a la bartola en la playa que a escribir peripecias moteras en un blog, me pongo delante del portátil dispuesto a aporrear el teclado para relataros mi 6ª incursión en circuito este año. Tengo pendiente contaros la incursión que hicimos a la preciosa Sierra de Gredos el pasado finde, pero eso lo dejaré para un poco más adelante.

Bien, esta vez tocaba volver al trazado manchego tras haber rodado a finales de julio en el Jarama (no haré crónica de esa rodada puesto que, quitando a unos vecinos indeseables en el box y el regalazo de un práctico Stomp Grip por parte de mi compi Ajo3D, apenas hubo nada reseñable).

En Albacete también iba a rodar el anterior dueño de mi GSX-R, Rober, y dos compis suyos, Fran (Muebleuve) y Miguel (GSX-R 750). Un saludo a todos si me leéis.

máquinas de Fran (BMW R1200S enfibrada y GSX-R 600 "Diablofiber edition")

Tras probar otros circuitos y organizadores por fin volvía a rodar con mi amigos de Racing100, los cuales ya han ganado un cliente para el año que viene. Esta vez se superaron y el día de la rodada nos reparaba una grata sorpresa, nos iban a dejar unos transponder profesionales para poder ubicarnos en el grupo que más se ajustara a nuestros tiempos. Además podríamos seguir los tiempos on-line en la tv de cada box y en una web, y nos entregaron una hoja con nuestros tiempos del día. Genial detalle! Decir que cada transponder cuesta más de 400€ y su alquiler debe costar un pico, bravo Gori, Bea & company!

detalle del transponder

Como ya es habitual en las mañanas de rodada, amanecí con mal cuerpo, la noche anterior dormí regular ya que la cabeza hizo de la suyas con los cansinos "y si...?":

"y si la batería desfallece...?"
"y si el líquido de frenos tiene alguna burbuja y te quedas sin frenos a fin de recta...?"
"y si me quedo sin emrague...?"
"y si las gomas están para cambiar...?" maldita cabeza...

A este último "y si...?" le puse remedio, ya que a pesar de que las gomas (Pirelli Diablo Superbike Pro) estuvieran bien a simple vista y les quedara vida según los avisadores, ya tenían casi 7 rodadas encima, y el Pepito Grillo que llevo encima, al cual le encanta aflorar las noches anteriores a rodar, me ayudó a decidirme a cambiarlas antes de salir a pista.

este es el estado en el que estaban las ruedas "viejas", ni tan mal no?

Aquí empezó el "chou" como le gusta decir a mi chica. Como yo soy un manazas, y además no cuento con las herramientas necesarias, acerqué la moto al box de neumáticos para que me montaran las gomas que llevaba yo de recambio. Me dijeron que el precio del cambio y montaje eran 50€, por lo que volví al box un poco sorprendido (a mi compi Ajo le cobraron 30€ en el Jarama), y al comentarlo mis compis de box me dijeron que trajera la moto de vuelta que ellos me quitaban las dos ruedas y así solo me cobrarían el cambio de goma (sin el montaje). En esa fracción de segundo antes de responder pensé "son las 8:45, el briefing (obligatorio) es a las 9:30, y salimos a pista a las 10h, uffff...". En parte porque ya tenía pensado perderme la 1ª tanda, en parte por aprender cómo se monta/desmonta la llanta y en parte, obviamente, por esos 30 leureles de ahorro, fui corriendo a por la moto, la traje de vuelta, y nos pusimos manos a la obra. Bueno, se pusieron manos a la obra ya que yo tengo más peligro que un mono con pistolas.

tenía todo un equipo de competición a mi disposición jejeje ;)
 
la Martina descalza

aunque parezca que solo me dediqué a tomar fotos también eché una mano (qué menos!) y me pringué de grasa, además, cada día que pasa me doy cuenta que hacerse uno mismo las cosas da una satisfacción especial. Cuando acabe la temporada en Octubre quiero meterle mano a la moto y hacerle lo más básico (aceite, filtros, batería, quizá bujías...) veremos si no la lío...

Bien, una vez montadas las nuevas gomas, tocaba volver a montarlas, y hay que decir que mis compis se portaron fenomenal, aparte de ahorrarme 30€, consiguieron montarlas justo antes del briefing, con lo que dejé la moto con sus calentadores y me fui corriendo al briefing. Tras escuchar la charla de Gori y darme cuenta que me habían ubicado en el grupo de rápidos (qué acojone!) volví al box dispuesto a probar todo tranquilamente en la 1ª tanda.

sala del briefing, por cierto, no pueden hacerlo más lejos de los boxes...

Peeero no todo iba a salir a pedir de boca, y un minuto antes de salir a pista, me dio por comprobar las presiones y me di cuenta de que una válvula apuntaba para cada lado... "oh oh, algo no va bien", saqué el calentador y efectivamente, la rueda delantera estaba puesta al revés... bueno, ya tenía pensado perderme la 1ª tanda, y mis compis son unos manitas así que no panic! el gran miguel me echó una buena mano, y entre los dos conseguimos quitar y poner la rueda en tiempo record, justo para que él pudiera entrar a pista a las 10:30 y yo tuviera la moto lista (esta vez sí) para entrar a pista a las 11h en la 2ª tanda.

inflador Decathlon: 20€. No tener que ir a gasolinera/ box del organizador a hinchar ruedas: no tiene precio
 

Por fin, con todo listo, tocaba salir a pista, con mi compi Rober (www.diablofiber.com) detrás para darle rueda ya que era su 1ª vez en el trazado manchego. Ya le avisé que las 2 primeras vueltas iba a ir pisando huevos, ya que en esta rodada estranaba pastillas (Brembo RC... brutal cómo muerden!), líquido de frenos (pavor a que apareciera alguna burbuja en fin de recta) y líquido refrigerante. Me sorprendió gratamente el "rodaje" de las pastillas ya que no hizo falta esperar ni una sola vuelta para comprobar con qué precisión detienen la moto, y según pude comprobar después con la hoja de tiempos, ya en las dos primeras vueltas estuve en 55's (mi mejor marca la 1ª vez que entré :P).

recta de meta

Empecé la 1ª tanda cogiendo confianza y sensaciones, indicando a Rober por donde trazar, sientiendo el fresquito de la mañana manchega... todo bien. Hasta que en la 2ª vuelta me hice un mini recto en la curva 12 y Rober me pasó. Ahí me dije "le sigo y le observo por detrás y así le comento un poco cómo se le ve trazando"... pues no hubo tiempo de hacer el seguimiento, ya que a la siguiente vuelta, cuando estaba tumbando en el Garrote (curva 5) vi cómo la GSX-R de Rober se le iba de delante y deslizaba sobre su lado derecho... hasta llegar al piano, donde desgracidamente dio la vuelta a la moto y rompió semimanillar y depósito de frenos :( lo que a la postre no le dejó volver a rodar. a mí me dejó "tocado", ya que nunca había visto a nadie caer tan cerca mío, mucho menos a un compi. A él no le paso nada de nada, pero jode ver a un colega que se queda con un par de vueltas y sin nada más que hacer a las 11 de la mañana, sabiendo que había dormido en el box la noche anterior (encima del carro! vaya crack). Tuve que meterme en el box porque tenía la cabeza en otro lado :/

A partir de ahí reflexioné, me tranquilicé y empecé a coger confianza, en la 3ª tanda (2ª para mí) nos cortaron ensegudia por bandera roja, y en la 4ª más de lo mismo (hubo bastantes caídas, aunque creo que sin consecuencias graves). Ya en la 5ª pude rodar a gusto, pero la tranquilidad no pudo ser completa, ya que el otro compi del box, Fran y su BMW R12S se fueron al suelo en la curva de entrada a meta, según nos dijo él al rozarle el cilindro el suelo, vaya tela! a él apenas le pasó nada, rasguños y algún moratón...

parte de guerra: una baja del frente alemán y otra del bando japonés. Daba penita verlas...
 
Yo también tuve un par de sustos importantes, ambos en la rapidísima curva 6. En el primero de ellos sentí cómo se me cerraba la dirección en plena tumbada cuando ya salía de la curva y empezaba a pisar el piano de la recta, pero pude contrarrestarlo con un rápido toque de manillar (ya me veía en el suelo uffff). En la segunda, iba detrás de un grupo más lento, y justo antes de enfilar esta peligrosa curva perdí referencias, muy importantes aquí ya que hay que tirarse con todo al piano en el momento exacto. Perdí una décima de segundo vital, así que entré tarde en la curva y no pude meter la moto en la curva... no me quedó otra  que levantar la moto y salirme a por conejos (como se suele decir jeje), dándome un paseo por la tierra a más de 140 km/h. Ahora me río al relatarlo, pero se me pusieron de corbata o_O
 
 
 
Podéis verme en el vídeo volviendo al trazado después de la "excursión" con el brazo en alto  a partir del minuto en el minuto 5:10.  Si vais al minuto 1:55 también veréis cómo adelanto a los dos pilotos de la Speed Triple y la Daytona, rodaban en mis tiempos y me costó bastante pasarles...
 
 
 
Viendo el panorama, decidí no forzar, porque mi mal pálpito para esta rodada se estaba cumpliendo, y quería volver a casa de una pieza, tanto yo como la moto. Así que al final tan solo me dediqué a disfrutar de las trazadas, tratar de observar a otros pilotos más rápidos y a probar posiciones en las curvas (necesito cargar más peso en el tren delantero, pero no lo consigo).
 
Contando con que Rober y Fran habían marchado, que mis otros compis de box rodaban en medios, y que esta vez mi chica se quedó dando un garbeo por el centro comercial en lugar de aburrirse en el circuito, al volver de cada tanda me encontraba con esta solitaria postal:
 
todo el box para mí!
 
Así que entre mi mal feeling, las constantes caídas y que el cansancio ya empezaba a hacer mella, decidimos empacar y saltarnos la última y traicionera tanda. Vuelta para casa con sensación agri-dulce por haber probado la moto sin apenas problemas (esa pérdida del tren delantero me dejó mosca, quizá fueran las presiones...) y feliz por haber picado un par de 51's; pero la imagen de Rober deslizando enfrente mía y la preciosa R12S rebozada me dejó pensativo...
 
Un abrazo, nos vemos en los circuitos!
 
PD: esta vez no he puesto fotos mías "en acción" porque supongo que estaréis aburridos de verme y porque el fotógrafo aún no las ha subido a su web...


jueves, 19 de julio de 2012

what a perfect day...

A las buenas mis estimados lectores,

Al estirarme los dedos de las manos y oir el "crack" caracteríctico de mis articulaciones antes de comenzar a relataros la última ruta que hemos hecho, me viene a la cabeza la canción con la que titulo esta nueva entrada: "Perfect day" de Lou Reed.  Os recomiendo que le deis al play mientras vais leyendo mi crónica, y así os acercaréis un poquito más a las (maravillosas) sensaciones que viví encima de la moto este pasado domingo.


El plan fue un poco improvisado, por motivos que no vienen al caso hasta el mismo domingo no tenía claro que fuéramos a salir con la moto, así que según nos despertamos, lo charlamos, nos vestimos de cordura, preparamos la neverita con el pic-nic, y a la carretera!

Conseguimos"madrugar" un poco, así que estábamos en ruta a las 11h en punto (por eso pongo entre comillas lo de madrugar ;) La ruta pensada era similar a la del estreno, pero cambiando el orden y agregando nuevos puntos intermedios (San Ildefonso, Navafría, Atazar y Torrelaguna). La idea era hacer la parte "oeste" de la A-1, y si nos veíamos con fuerza y ganas, cruzar la A-1 hacia el"este" y acabar el día tomando el café en El Atazar. Cosa que finalmente hicimos.

RUTA SEGUIDA

Son 330 kms, y acabamos volviendo a las 19h al garaje, con lo cual, quitando paradas, comida, y café... calculo que esuvimos más de 5 horas encima de la moto... no está nada mal! sobre todo teniendo en cuenta que era la 2ª vez que Valen me acompañaba de ruta :)

El día comenzó muy bien, a pesar de llevar más de un mes con calores insoportables en la capi, en cuanto te acercas a la sierra ese bochorno se convierte en calorcito, que con la brisilla de la sierra que nos acaricia encima de la moto acaba siendo agradable. Estuvimos todo el día en temperaturas entorno a los 24º, lo cual es perfecto para rutear, excepto en Navacerrada y Rascafría donde llegamos a los 17-18º, no pasamos "frío" en la ruta.

Tras bordear toda la M-607 e ir deleitándonos con el perfil de la sierra a lo lejos, llegamos al alto de Navacerrada. Esta vez seguimos recto en vez de coger el desvío hacia Rascafría, ya que antes de eso queríamos bordear la granja de San Ildefonso y luego bajar pasando por Navafría y Lozoya. La carretera me encantó, quizá un poco estrecha y no muy apropiada para darle al mango, pero perfecta si lo que quieres es ir de paseo rodeado de naturaeza y escoltado por innumerables árboles que te dan sombra y una inmensurable tranquilidad. Una vez pasado Navafría, pudimos degustar unas buenas vistas, así que esta fue nuestra primera parada técnica, donde aprovechamos para estirar las patas y deleitarnos con un almuerzo a base de queso manchego.

AL FONDO SE APRECIA EL EMBALSE DE PINILLA

En esta parada hubo una incidencia. Tras analizar la pendiente del tramo donde paramos (cuesta abajo) y la composición (una mezcla de tierra y piedra escarpada), decidí aparcar la moto de la mejor manera posible... pero con el peor resultado imaginado. La V-Strom también quiso tomarse un descansito y decidió tumbarse a echar la siesta, vamos, que me venció del lado contrario y p'al suelo que se fue.

La pobre Valen, al verme dando un salto por encima, caer haciendo la croqueta y ver la moto panza arriba se asustó. Yo no. No se me caen los anillos por decir que no es la 1ª vez que se me cae la moto. Ni será la última. Son cosas de llevar máquinas de más de 200 kg y de dos ruedas. Pura lógica. Así que entre los dos y a golpe de abdominal (que no de riñón, que la fisio me ha dicho no es nada bueno para mi querida hernia) conseguimos levantarla del suelo. Ni un solo rasguño, nada de nada. Benditos topes anti-caída, ya están amortizados :)

Son topes Rayza, os los recomiendo 100%, son muy efectivos, y tanto Raúl como Sara son muy atentos os dejo su teléfono y web por si os interesa (699 61 92 68; http://www.rayzamotos.com/ ). Eso sí, en la V-Strom ya os aviso que quedan un pelo justos, ya que si eres muy grande (yo lo soy) te puede tocar la espinilla alguna vez, pero te acabas acostumbrando.
Tras todo esto, continuamos la marcha. Al llegar a Rascafría, en lugar de enfilar hacia Miraflores por el puerto de la Morcuera, quisimos acercarnos antes a las famosas piscinas naturales de Las Presillas, ya que tenemos ganas de ir un día. Así que una vez pasado el Monasterio del Paular (el cual ya visitamos en la anterior ruta), nos metimos por el angosto camino de tierra que va hacia la piscina, hasta que el hombre de la garita de control del parking nos hizo dar media vuelta y nos quedamos con las ganas de "husmear". He oído que merecen la pena, vosotros las conocéis?

PISCINAS NATURALES DE LAS PRESILLAS


Así que media vuelta y a disfrutar del puerto de la Morcuera. El día fue pasando entre árboles, vacas, brisa fresquita y curvas. Qué más podía pedir?

Llegamos a Miraflores, y enfilamos el puerto de Canencia, el cual nos quedamos con ganas de subir la vez anterior. Hablamos de que pararíamos a comer en la zona de merenderos que hay habilitada en el medio de dicho puerto. Y todo parecía salir rodado, ya que cuando el estomago comenzaba a exigir su repostaje, llegamos a dicha zona. 14:30, buena hora para comer. Para cumplir con mis necesidades de hidratación en mis andaduras en circuito me hice con una neverita de tela portátil la mar de útil. Desde entonces la hemos usado para ir a la playa y rutear con la V-Strom con un resultado de 10, todo un acierto de compra! No es muy grande, pero entran perfectamente 5-6 latas, algún tupper, 3-4 bloques de hielo azules, y ago más...

Dimos gustosa cuenta de los varios menesteres que llevamos: una deliciosa tortilla de patatas (debo decir que soy el master de las tortillas, os reto cuando queráis :P), un gazpachito, unas aceitunas, queso, jamón, etc.

ZONA DE PIC-NIC DEL PUERTO DE CANENCIA

Os dejo un detalle de la tortilla de la que dimos cuenta:



A QUE OS ENTRA EL HAMBRE? JEJE


Mis dos trucos son cortar los pedazos "rompiendo" la patata en vez de cortándola, y dejarla apenas un minuto en el fuego por cada lado, para que quede un poco caldosa por dentro. Queda mal que lo diga yo, pero estaba deliciosa! :)_

Tras rellenar la panza, tocó tirarse a la bartola y "hacer de placa solar", dejando que los rayos del sol nos cargaran las pilas tan ricamente. Tras la merecida siesta, que nos sentó de maravilla, re-emprendimos la marcha. Llegado este punto tocaba decidir si emprendíamos el camino de vuelta, o dábamos una vuelta de tuerca y nos dirigíamos a la zona del Atazar, de la cual guardo gratos recuerdos de mi época rutera (más a cuchillo) junto con mi compi Rubén y mis ex-Bandit y Z 750. Valen estaba con fuerzas y con ganas, así que cogimos la A-1 y salida 50 - Torrelaguna. "Esto me suena" me dije :)

MIS "EX"



De un tiempo para aquí, le tengo respeto a la zona del Atazar, también llamada "Berrueco GP". Dicen (y yo he visto) que hay muchos Valentinos frustrados, muchos pilotillos que se creen que es su circuito particular. Y eso no es así. Mi vida vale tanto (o más) que la suya. Aquí no quiero entrar en polémicas (o quizá sí), solo me gustaría decirles a los que van con la rodilla en el suelo, apurando sus límites de conducción, adelantando en raya continua o haciendo pasadas peligrosas, que paguen una rodada y entren a un circuito. Yo lo hice, y no puedo estar más feliz de haber tomado esa decisión. Creedme, no es por vosotros, es por la gente que os quiere y rodea. Y sino, por los demás usuarios de la vía.

Sin embargo, para mi (grata) sorpresa, apenas nos cruzamos con un puñado de moteros en toda la tarde, cosa que me extrañó, ya que era domingo y había una temperatura ideal. Quizá fuera por las vacaciones, o quizá porque la gente sale por la mañana y vuelve a casa a comer. Fuera por lo que fuese, nos encontramos con una carretera semi-vacía, y yo aproveché para recrearme con la conducción. Me lo pasé como un enano. Trazando poco a poco, sin ir demasiado rápido, pero sin ir parado. Se nota que la V-Strom no está hecha para ir rápido, no se le pueden buscar las cosquillas, porque prácticamente no las tiene, es una moto tipo "tractor", pero aún así, jugando con el cambio uno se puede divertir. Yo lo hice!



Está claro que su peso, su altura, su motor y sus reglajes no están hechos para ir a cuchillo, pero para eso ya tengo la GSX-R circuitera. Al llegar al pueblo, nos refrescamos con una bebida, aprovechamos para estirar las piernas de nuevo, y por qué no decirlo, pegamos la oreja a la mesa contigua del bar del pueblo, donde se había reunido un nutrido grupo de oriundos que parlamentaba tranquilamente. No soy dado a poner el radar en mesas ajenas, pero me hizo gracia que hablaran de que "la juventú de hoy es más libre que en nuestros años", "o que en mis tiempos trabajaba para comer" o "yo me iba en la bicileta al pueblo de al lado"... estuve tentado de defender a mi generación, pero preferí callarme y escuchar con una media sonrisa pícara dibujada en la cara.

Eso fue todo, montamos, y pusimos rumbo a casa. Torrelaguna, A-1, Castellana, y vuelta al hogar. Cansados, pero muy contentos y felices de haber exprimido un domingo de Julio.

La siguiente ruta que tengo en mente es por la zona de la Sierra de Gredos, si alguien me aconseja, bienvenido será...
Hasta la próxima!

lunes, 25 de junio de 2012

Albacete: cuando tocar rodilla significa seguridad y disfrute...

Buenas tardes mis estimados lectores,

Hoy vengo a relataros mi 4ª incursión en circuito de la temporada (7ª en total). el pasado fin de semana rodé en Albacete, circuito talismán para muchos pilotos, del cual se comenta que es tan fácil y plano que te acabas confiando y al final del día puedes irte al suelo, como desgraciadamente le pasó a un colegui.

Esta vez habíamos quedado varios compis del foro que suelo frecuentar, así que había ganas de pasarlo bien, poner cara a la gente, y para qué engañarnos... hacernos unas carreritas con el puñal entre los dientes. Que para algo es un circuito.

Tras cargar mi moto y la de Agustín, mi compi de batallas, partimos de Madrid el sábado a mediodía, sin prisas. Esta vez al 207 de mi chica le tocó tirar de dos motos, motivo por el cual yo iba un poco acojonado, ya que un mes antes yendo a Kotarr el pobre coche no pasaba de 60 km/h en las cuestas... y eso que solo iba con mi moto.


Pero para mi sorpresa el coche aguantó como un campéón, con cruceros de 110 km/h llegamos sin percances. Bueno, miento, según salimos de Madrid recibí una llamada de Agustín, que iban en su coche detrás nuestro para vigilar el carro y las motos, diciéndome que su moto se estaba inclinando y que una cincha se había soltado. Vaya susto! parada de emergencia en plena M-40 para asegurarlas bien. Ya no se volvieron a mover, pero ya fuimos todo el viaje de ida intranquilos.


El mejor consejo que puedo dar a alguien que esté empezando con el tema del circuito y no sepa cómo subir/ atar/ conducir un remolque con moto/s, es que es mejor preveer todo y perder 15 minutos en asegurarte que está todo bien atado y controlado a tener que estar pendiente del retrovisor, con el corazón en un puño temiendo que a tu moto le dé por caerse a 110 km/h en plena autopista. Jamás hagáis como este pobre infeliz:


Finalmente llegamos a Albacete, y tras perdernos, preguntar, dar alguna vuelta, y dejar por fin las motos y el carro en el circuito, nos fuimos a cenar por Albacete. Nos juntamos un grupo de 10 personas, lo cual siempre complica la elección de un lugar común, así que nos sentamos en el primer bar que vimos con terraza libre.


Craso error. La comida era una mezcla yankee-ecológica de dudoso gusto, y lo que es peor, tardaron una hora de reloj en servirnos. Así que cenamos mal y tarde, y la pizza que desgraciadamente elegí, me dio la noche. Y no, no eran los nervios por rodar al día siguiente, era la masa de la pizza que peleaba dentro de mi estómago evitando morir en los intestinos.

Para más inri, unos desgraciados con ganas de tocar los cojones llegaron al hotel a eso de las 3 a.m., y se pusieron a aporrear todas las puertas de nuestra planta, gritando, dando portazos, corriendo, etc. Igualito que en los campamentos cuando tenía 15 años. La diferencia es que esos capullos sobrepasaban la treintena. Y que yo tenía que pilotar en pocas horas. Lo peor de todo es que creo que esa panda de payasos eran pilotos de la rodada nocturna, y supongo tendrían ganas de terminar la fiesta en el hotel, sin tener en cuenta que había otros pilotos que corríamos en pocas horas. Solidaridad motera le llaman. A la 5ª vez que aporrearon nuestra puerta me levanté de la cama como una exhalación, salí al pasillo y me puse a dar voces, ante lo cual un vejestorio y un niñato con el pelo punta (un cani de toda la vida) se asomaron envalentonados de la puerta vecina diciendo "tranquilo hombre, que no es pa tanto", pero al ver mi tamaño (os recuerdo que mido 1,95 jeje), mi manifiesto cabreo y sobre todo, mi cara de Hulk, decidieron meterse en su habitación como niños buenos.

retrato bastante real de mi reacción nocturna :P

Al día siguiente, como era tempranito por la mañana, me quise enterar de la actualidad, así que puse el telediario matutino en la TV. A todo volumen claro, ya que me tenía que duchar y no quería perderme las noticias. Además así mis queridos vecinos se enteraban de que la prima de riesgo sigue subiendo jijijiji.

Bueno, una vez relatado el inciso de los incidentes, vuelvo al tema circuiteril, que es a lo que hemos venido.

Desayunamos (muy bien por cierto), cargamos el coche, y para el circuito! tenía ganas de probar el asfalto manchego. Bueno, de probarlo no, de conducir sobre él. Llegamos, desmontamos rápido (qué maravilla tener las motos dentro del box esperando a ser montadas), fuimos a saludar a la gente box por box, y para el briefing. Pero el fin de semana no parecía enderezarse, ya que el tiempo pasaba, y nadie salía a pista, los rápidos salían a las 10:00, y mi grupo de medios debería haber salido a y 20, pero eran las 10:30 y el semáforo seguía en rojo. Total, que me acerqué al box de TF Racing, y ante mi asombro, me dijeron que "el médico no ha venido aún, y el director de pista no la abre hasta que no llegue". Al final abrieron pista a y 40 y retrasaron el horario 40 minutos, una putada para los que teníamos viajecito de vuelta. Luego me enteré que al médico se le había olvidado que había rodada, pa matarlo.

Estrenaba estriberas de serie, ya que las retrasadas que llevaba me mataban las rodillas, y según un monitor de Kotarr me "limitaba" el pilotaje (cuánta razón llevabas David!), así que las intercambié con un compi de Madrid antes de la rodada (un saludo Miguel!). Además, aprovechando el montaje, puse cambio invertido, que en la GSX-R es cuestión de aflojar/apretar un tornillo y girar la varilla. Así que las primeras vueltas tocaba ir despacito y con buena letra.

CIRCUITO ALBACETE
11:00. Por fin tocaba entrar a pista. Semáforo en verde, pongo la 1ª (para arriba Romerales!) y GASSS!!!!!

Es cierto que el circuito es facilito, lo cual no quita que también sea muy divertido. Tiene varias curvas en las que puedes pasarlo bien y recrearte con las deslizaderas. Mis curvas favoritas eran la 9 y la 15. El trazado es amplio, permite errores, las escapatorias me parecieron grandes (aunque gracias a quien sea no tuve que probarlas), y el grip, sin ser yo un experto ni mucho menos, me pareció muy bueno. He olvidado un detalle importante al respecto, y que marcó toda al jornada. Estuvimos todo el día por encima de los 30º, llegando a los 34º. Vamos, que nos achicharramos. Menos mal que el mono que tengo es perforado, lo cual sumado a las ansias de rodar hacía que estuviera como loco por montarme a la moto. Me encantaba la sensación de salir del box sudoroso y cansado, dar gas e ir sintiendo el aire circulando por el cuerpo.


Fueron pasando las vueltas y me sentía realmente cómodo. Las estriberas de serie fueron una gran ayuda para ir agusto y descolgar sin tener miedo a dislocarme las rodillas.


Eso de los slicks + calentadores permiten salir a saco desde la 1ª vuelta, y eso se agradece, mientras ves a las motos de serie o con neumáticos rayados calentando gomas o haciendo eses (que no es lo mismo), tú ya estás pensando cómo, dónde y cuándo pegarles el hachazo jijiji. Me encontré águsto en el nivel de medios, durante toda la jornada me pasaron unas 5-6 motos (un par de R1, una ZZR 1400, una R6R y alguna más).

Gracias a Javi pude tomar algún tiempo (el lap-timer chino solo me funcionó bien una tanda) y parece que llegué a rodar en 1'55", tiempo que puedo considerar como bastante bueno, teniendo en cuenta que era mi primera vez en Albacete, estrenaba estriberas y también el cambio invertido (con el cual no acabé del todo contento, tenía que pensar antes de bajar marchas para entrar en curva, y eso penaliza mucho).
Mientras tanto, la Benemérita paró a un piloto que se le ocurrió entrar al circuito en pelotas, bien multado señor agente!

En las últimas tandas me dediqué a mejorar la trazada, apurar un poco más las frenadas, mejorar la postura de los antebrazos y a deleitarme con el sonido de la deslizadera rozando el asfalto. Es curioso, porque mucha gente relaciona tocar rodilla con temeridad o riesgo, pero nada más lejos de la realidad. Yo acabo de comenzar mi andadura en los circuitos, pero me doy cuenta que al escuchar ese delicioso sonido "gsjjjjsskkjjjjrrsssssssjj" te sientes tranquilo, confiado y seguro de tu pilotaje, sabiendo en todo momento dónde va la moto, dónde vas tú y dándote pistas de cómo manejarla.


No tuve sustos reseñables en todo el día. Me hice un mini-recto (sin llegar a salir del asfalto) y tuve que frenar fuerte una vez al ver la rueda trasera del piloto que me precedía a un palmo de la mía, pero poco más.

La última tanda nos la saltamos, más por el viaje de vuelta que por el propio cansancio, ya que yo la habría corrido encantado. Pero nos esperaban 3 horas de vuelta, descargar motos, descargar equipaje, y al día siguiente había que trabajar. De todos modos no me importó tanto no correr la última tanda porque es la más traicionera: ya conoces el trazado y estás confiado, quieres ir rápido para bajar el crono... pero tu cuerpo y tu cabeza ya no responden igual. Esta rodada no fue una excepción, ya que en esa última tanda cayeron una GSX-F  y una Buell. Una penita verlas rebozadas en el mismo box (a los pilotos no les pasó nada).

Me sorprendió gatamente comporbar mi aguante tanda tras tanda sin sufrir un gran cansancio. Empiezo a notar el efecto positivo de estar en forma cuando vas encima de la moto Y es que haber perdido 10 kilos en los últimos meses hacen que me note más ágil para manejar la moto y moverla de curva a curva. Además ahora ya no voy embutido en el mono jeje.

Acabé la rodada cansado, sudado, sediento... pero feliz. Feliz por ir acercándome a los límites, feliz por haber ido a un ritmo decente, feliz por encontrarme al fin cómodo en la moto. Feliz en definitiva por disfrutar de esta pasión rodeado de buena gente y acabar la jornada entero y de una sola pieza (tanto yo como mi montura), que es lo más importante.

Así que al acabar la 7ª tanda tocó recoger bártulos, subir y atar las motos al remolque y despedirnos de la gente.


Esta vez pensamos mejor cómo atar las motos y empleamos 5-10 minutos extras para asegurarnos de tener un viaje tranquilo. Y así fue, tras cerciorarnos de que las motos no se movían ni un ápice, cogimos carretera y de vuelta para Madrid. Cansados pero contentos.

Albacete, un placer rodar en tu asfalto. Volveré!

PD: no puedo finalizar esta crónica sin agradecer (una vez más) a mi chica, Valentina, que me acompañase hasta Albacete, con 32º a la sombra y sin nada interesante que hacer más que aguantar mis nervios, sacar fotos, ayudarme con los calentadores, y conducir... gracias negrita! :)

jueves, 7 de junio de 2012

Primera ruta a dúo: 4 bodas y (casi) un funeral.

Buenos días moteros, bloggeros, y lectores en general,

Hoy vengo a contaros lo que dio de sí nuestra primera ruta en moto a dúo.

Tenía muchas ganas de compartir esta afición, este hobby, esta pasión con mi alma gemela, ya que aún disfrutando cuando voy de ruta con la moto, o cuando voy al circuito, siempre echaba en falta esa maravillosa sensación que es compartir algo que te apasiona con la persona que quieres. Mi chica, Valentina, ha sido muy paciente conmigo y con mi afición a las motos, con mis interminables horas en foros, horas y horas hablándole de la moto, de la próxima rodada, aguantando ausencias meintras me hacía una rutita pir aquí o una Transpirenaica por allá. Así que este año, al ser inminente el cambio de moto, en la elección del modelo pesó bastante el hecho de querer introducirle poco a poco en este mundo.

Así que una vez equipada mi chica de arriba abajo, con casco, pantalones, chaqueta y guantes (nos faltan unas buenas botas), fijamos la fecha, y yo elegí la ruta. Fue este sábado pasado, y la ruta que hicimos es la siguiente:


Como veréis se trata de una ruta cortita, no quería que mi chica se empachara de kilómetros la primera vez. Así que saliendo de nuestro barrio, Chamberí, enfilamos hacia la M-607, para ir pasando por Soto y Manzanares del Real, Navacerrada, Rascafría, Miraflores de la Sierra, y vuelta a casa pasando por San Agustín de Guadalix. En total fueron unos 220 kms aproximadamente, que hicimos plácidamente aproximadamente en 6 horas, con paradas incluidas.

Como digo nos lo tomamos con mucha calma, ya que aunque mi idea era estar en ruta a las 10 de la mañana, finalmente hasta pasadas las 11 no estábamos saliendo del garaje. Pero no importa, gustándole como le gustaa mi chica despertarse poco a poco y sin prisas, no es plan que relacione la moto con madrugones. Eso sí, cuando vengan Julio y Agosto y apriete el calor (aunque ahora no es que haga fresco precisamente), tocará dejar las sábanas antes para aprovechar esas primeras y frescas horas del día. O al menos lo intentaremos ;)

Pues bien, tras preparar el picoteo y bebercio que nos llevaríamos a modo de pic-nic, disfrazarnos de moteros con la cordura (mi chica se sentía rara y decía que no le gustaba ir como un power ranger) y subirnos a la V-Strom, salimos a la carretera dispuestos a disfrutar de un día que nos depararía muchas satisfacciones, bonitos pasiajes, relax, y algún que otro susto. Pero todo a su tiempo.

Se me ha olvidado comentar que para rutear con mi chica he comprado unos intercmomunicadores chinos, los BT Multi-Interphone. 

Lo hice en la web de Dealextreme, tras leer varias opiniones positivas y convencerme que a pesar de ser de Hong-Kong eran fiables y de calidad. Pudimos probarlos en casa y en una mini-ruta anterior a esta, y hay que reconocer que funcionan a las mil maravillas. El problema es que el día antes de la ruta que os estoy describiendo, decidí confirmar el tópico del vasco bruto, y apretando el auricular para dentro con ahícno me cargué el invento :/ así que tuvimos que salir de ruta sin los chismes estos tan útiles. Bueno,así tendría motivo para no darle al mango, e ir lento para poder comentar alguna cosita en plena ruta con mi "artillera". Ya tengo encargado otro.

He de decir que de la ruta apenas no tenemos muchas pruebas gráficas (vamos, que no sacamos muchas fotos), ya que siendo como era la primera vez, preferimos centrarnos en la conducción, la postura, etc. "antes de aprender a correr hay que aprender a caminar". La siguiente ruta quizá mi artillera se anime a sacar la ametralladora en su puesto de ataque y os deleite con sus fotos, las cuales sabe cómo sacar ya que le gusta el mundo de la fotografía, y tiene una buena cámara para ello.

De todos modos, alguna foto sí que pude sacar con mi móvil. Ésta es (y será) nuestra fiel escudera durante (espero) múltiples, lejanos y divertidos viajes.


Estoy pensando que deberíamos ponerle nombre... alguna sugerencia amigos?

Pues nada, la ruta comenzó tranquila, tratando de coger el feeling y charlando de vez en cuando, si bien es cierto que yo en el comienzo no iba lo cómodo que me gustaría Estaba intranquilo quizá por ser la primera ruta seria para mi chica, y porque a pesar de tener un sol radiante a nuestra salida de Madrid, según nos íbamos acercando a la sierra se veía un cielo plomizo, amenazante y desalentador. Vaya! qué mala pata la nuestra, toda la semana con temperaturas insoportables por encima de los 30º, y cuando llega el momento de disfrutar esa temperatura, va y se jode. Al llegar a Navacerrada el termómetro marcaba 13º. Menos mal que habíamos llevado el forro térmico de la cordura (que siendo de verano, es una simple tela de "rejilla") y pudimos pasar esos tramos con más gloria que pena.

Cogimos el desvío hacia Rascafría, y a pesar del frío, veía a mi chica feliz, ella me decía que iba cómoda, y esta disfrutando del paisaje, del aire en la cara, de ser parte del asfalto, en definitiva, de la sensación de libertad que solo la moto te puede dar :)

Antes de llegar a Rascafría observamos desde la carretera la belleza del monasterio de El Paular, y sin estar programada una parada, decidimos hacerla y darnos un garbeo para ver qué nos encontrábamos. Y ya de paso estirábamos las piernas. Compramos la entrada del Tour por dentro (3€), y tras esperar pacientemente a que acabara la misa, un amable y divertido monje nos contó la historia de este monasterio que hace poco celebró los 600 años de vida, y de cómo tras la amortización que hizo que pasara a manos privadas, se les había dado la gestión a su orden Cartuja desde hacía algo más de 50 años. Y lo tenían perfectamente cuidado y reformado, todo hay que decirlo. Nos impresionó la belleza de sus estancias interiores. No soy amigo de sacar fotos a monumentos, me resultan aburridas e insulsas, pero al no tener muchas fotos de la ruta, os ilustraré con una foto del monasterio. Es del retablo, increíble obra en alabastro del siglo XV, la más grande en Europa. Impresionante.



Tras escuchar las historias y anécdotas del monje, nos fuimos de nuevo hacia la moto (me encanta la sensación de estar deseando volver a montar en ella), y proseguimos la marcha habiendo conocido y visitado algo nuevo.

Llegó el turno del puerto de la Morcuera, y ahí ya empecé a disfrutar de la moto y del asfalto, comencé a recuperar poco a poco el feeling de mis rutas años atrás. La temperatura iba aumentando, me sentía confiado, veía a mi chica a gusto, y yo me contagié de su entusiasmo, así que empecé a trazar las curvas una tras otra con suavidad y con determinación. La carretera era nuestra, no había apenas tráfico, solo veíamos vacas, nubes, y un aire puro que teníamos ganas de respirar. Esto marchaba!



Iba llegando la hora de comer, así que tocaba buscar un lugar agradable para deleitarnos con un merecido pic-nic. Así que tras descartar una mesa que vimos en el alto del puerto, por soplar el viento y quedar poco resguardada, decidimos parar en una fuente que estaba recogida, y además nos ofrecía sus dos robustos bancos de piedra para descansar y poder degustar los aperitivos que habíamos metido en el Givi Maxia de 55 litros.


Tras saciar nuestro apetito con ricos aperitivos que habíamos cargado (qué bien sienta el salmorejo fresquito!), decidimos re-emprender la ruta. Tras comer siempre subes con más pereza a la moto. Cuesta más trazar, el estómago está en plena digestión y al concentrarse mucha sangre alrededor del mismo, el cuerpo digamos que está a otra cosa. Aún así, mi intención era enfilar hacia la M-604 pasando por el angosto pero precioso puerto de Canencia. Pero cuál fue mi sorpresa cuando al querer coger el desvió que hay en Miraflores de la Sierra vi en su cartel una enorme aspa roja y un mensaje: "cerrado por prueba deportiva". "Vaya, debe haber un rally o algo así" pensé. Entonces vi cómo bajaba una Moto Guzzi y decidí preguntarle a su jinete qué ocurría. Resulta que Mutua Motera había organizado un curso de conducción segura en carretera abierta, y  tenían cortada la carretera desde la zona del pic-nic hasta el final del puerto. Adedmás de explicarme aquello, el amable motero, el cual venía de realizar el curso, me dio dos bolsas con todos los folletos e información que le había dado la Mutua. Todo un detalle. Aún así, como buen vasco, a cabezón no me gana nadie, así que enfilé el puerto de todos modos "para ver qué nos encontrábamos". Al poco de iniciar la marcha nos encontramos con un camión cruzado y un operario que amablemente nos dijo lo del curso, pero que si queríamos podíamos ir hasta que estuviese cortado y volver. Cosa que hice.

Por cierto, he olvidado comentar que en la parada del avituallamiento observé cómo el famoso  defecto de las V-Strom y su estribera trasera es cierto, mirad cómo estaba la estribera trasera tras apenas 3 meses y 2.000 kms:


Me parece una vergüenza que una moto nueva, y con tantos años en el mercado tenga este defecto, el cual me parece grave porque conlleva un riesgo para el pasajero. En fin, me tocará poner unas bridas y pegamento. Mal Suzuki, mal.

Tras hacer una breve incursión de ida y vuelta por el puerto de Canencia, decidimos parar a tomar un cafelito que nos diera fuerzas para lo que quedaba de viaje, aunque hay que decir que apenas nos sentíamos cansados, más bien atolondrados por la comida que acabábamos de ingerir y el calor que ya se dejaba notar. Total, que ya siendo las cuatro de la tarde pasadas, a pesar de tener yo en mente alargar un poco más la ruta, decidimos (con buen criterio) emprender ya la vuelta a casa. Mejor irse con buen sabor de boca y frescos que no llegar tarde y cansados. Así que de nuevo a montar en nuestra escudera fiel (tengo que ponerle nombre), y de vuelta a casa.

Tal y como os he dicho al comienzo del relato, resultó ser una ruta placentera pero que depararía "algún que otro susto".

Pues bien, el primero de ellos, si bien no lo considero susto, sí fue cuanto menos una cosa curiosa. Y es que en plena ruta se me cruzó una  serpiente a apenas 10 metros de la rueda delantera. No hablo de una culebra no, hablo de una serpiente, de un tono amarillo verdoso, cuto tamaño estimo que era mayor al metro de largo, y de un grosor importante, como el brazo de un ser humano. Cruzó la carretera así como con prisa, en su estilo zigzagueante y sin mirar a los lados. Nuestro gran amigo (y defensor de las motos) Pere Navarro debería haber hecho campañas de educación vial a los animales de los bosques españoles. Así sí que nos ahorraríamos muertes de moteros. Y muertes de animales también. No con tanto radar escondido y controles "por nuestra seguridad". Menos mal que Pere nos ha abandonado, o más bien le han echado...


Esta foto la he sacado de google, pero algo así fue lo que pasó delante nuestro.

Pero lo de la serpiente tan solo era un aviso de lo que nos esperaba más adelante. Ya que al rato, en la carretera que une Miraflores con Soto del Real, yendo a unos 80 km/h, una señora decidió saltarse a la torera la normativa vial, y le dio por jugar con nuestras vidas, ya que se incorporó a la carretera desde un camino rural, sin mirar si venía alguien por la carretera. Y sí, venía alguien. En sentido contrario, nosotros encima de la moto, y en el de su marcha, un Mercedes. Así que ahí estaba yo, con mi chica detrás en su primera ruta en moto, yo con una moto que aún no me ha dado tiempo a conocer, a 80 km/h, y a escasos 20-30 metros una señora con su Nissan Almera (sí era ese modelo, se me quedó grabado a fuego) que había decidido que en la carretera solo estaban ella y su coche, y que además había dejado cruzado en medio de la calzada al vernos encima suya y quedarse paralizada. Vaya situación! no os la deseo a nadie. Para nuestra alegría ( ya la de nuestras familias), salimos airosos del percance. En parte creo que debido a la pericia aprendida en mis años de conducción en ciudades como Barcelona o Madrid, la cual hace que mi sentido "arácnido" esté siempre alerta y frene en cada cruce, aunque tenga yo la prioridad. En parte gracias a que el conductor del Mercedes con su cara de "pero qué coño!" frenó viendo el panorama y me dejó pasar por su carril. Aún no sé muy bien cómo, pero conseguí frenar a tope sin tirar la moto (el ABS no saltó para mi sorpresa, o si lo hizo no me enteré) mientras giraba todo lo que podía hacia el otro carril, para pasar rozando el morro del Almera, mientras le pegaba una pitada monumental a la señora temeraria y le mentaba a su madre, que había decidido traer al mundo a semejante inútil sobre el volante.

Quizá me esté pasando con la brillante conductora, pero señores, por un despiste como ese podríamos estar hablando de una desgracia, y sabiendo que mi chica iba detrás, no sé cómo hubiera reaccionado en caso de accidente. Prefiero no imaginarlo, porque me hierve la sangre.

Total, que tras lograr esquivarla, pitarle y gritarle hasta quedarme sin aliento, decidí parar para charlar y tratar tranquilizar a mi pobre artillera, la cual nunca se había encontrado en semejante situación. Yo sí, y la primera vez que te llevas un susto de verdad encima de la moto no es nada agradable, el corazón retumba en tu pecho y se te quiere salir por la boca, repiras rápido y entrecortado, tienes ganas de llorar y maldices la moto. Así que hablamos tranquilamente, traté de quitarle hierro al asunto y le expliqué que eso que acababa de ver y sufrir (homicidio involuntario lo llamaría yo) era el pan de cada día para un motero. Ella comentó que, a pesar del susto, estaba contenta por cómo había reaccionado yo y la moto. Así que tras tranquilizarnos, emprendimos la marcha de nuevo, a un ritmo más tranquilo y suave. Se me pasó la cabeza dar media vuelta y exprimir el motor de la V para dar caza al Almera y reprenderle con ganas, pero creí que eso solo empeoraría la situación, y mi chica se asustaría aún más. Y ese era una ruta para ella, así que decidí no estropearla y tirar millas. Si hubiera ido solo quizá ahora estaría pendiente de recibir una denuncia, quién sabe.

En fin, que ese borrón no logró ensombrecer la ruta que hicimos. Lo pasamos muy bien, sivió de "bautismo" a mi chica y en sus propias palabras le encantó la experiencia. Así que este finde, si el tiempo nos lo perpite, más!

Ah, y el próximo finde voy al circuito de Albacete con mi compi Ajo y nuestras respectivas. Prometo crónica :)

Un saludo, y gracias a los valientes lectores que hayan conseguido leer este pedazo de ladrillo.