lunes, 16 de abril de 2012

cuando vienen malas noticias...

...no apetece tanto escribir un post, pero al afectar tanto ésta inesperada noticia a mi blog, me veo obligado a contarlo.

Tras dos meses de dolores en las lumbares (baja espalda), y tras haber recurrido a fisioterapia con nulo resultado, acudí al traumatólogo hace unas semanas, quien tras decirme por activa y por pasiva que "seguro que no tenía nada, pero que iba a hacer unas pruebas por si acaso" (telita), confirmó mis sospechas: mis dolencias no tenían origen muscular sino óseo. Tengo una hernia discal en la vértebra  L5-S1, y lo que es peor, la "almohadilla" intervertebral está deshidratada y con bastante mala pinta. Vale, no se acaba el mundo, ni mucho menos, y hay gente peor que yo, lo sé. Pero estoy jodido. Para empezar del baloncesto tengo que ir olvidándome. De correr y hacer footing también. Y la moto, pues "ya veremos...". Aquí yo creo que influyó el hecho de que el traumatólogo es motero (calza una Vulcan 800), y al decirme "baloncesto prohibido" y ver los ojitos de cordero degollado que debí de poner, al preguntarle por la moto... se compàdeció de mí. Quiero creer. Porque si soy racional, ni la psotura ni el tipo de impacto que recibe la columna en la moto creo que sean beneficiosos para esta lesión. Estos días se me han pasado muchas cosas por la cabeza, y vender la V-Strom es una de ellas, para qué negarlo. La circuitera de momento me preocupa menos, ya que cargo casi todo el peso en muñecas y piernas... aunque ya veremos.

De momento voy a esperar acontecimientos, y veré qué me dice el fisio, que es motero (monta una Deauville), y nadie como él sabrá aconsejarme. Tiempo al tiempo.

En fin, que aunque trato de verlo como una motivación y un reto para ponerme (por fin) en forma y bajar de peso, cuesta digerir estas noticias.

Cambio y corto.

PD: cuidaros compañer@s, la salud no la valoras hasta que la pierdes :/

lunes, 9 de abril de 2012

primera rodada de circuito 2.012 (y estreno de circuitera) en el Jarama

Buenas noches amig@s,

Tras haberos relatado el estreno de mi nueva montura para el día a día y rutear (cada día estoy más contento con la V-Strom, todo un acierto de compra, sí señor!), hoy os contaré mi primera rodada del año 2.012 en el mítico Jarama madrileño. Además estrenaba montura (sí lo sé, últimamente ando de estreno en estreno :), ya que a finales del año pasado me hice con un molinillo madurito para saciar mis ansias circuiteras: me agencié una GSX-R 600 del 2005 de uso exclusivo de circuito.

El motivo principal para hacerme con una circuitera fue que, tras probar las mieles del circuito con mi ex-Z 750, la carretera ya nunca fue lo mismo. Una vez has rodado en circuito te das cuenta de lo que te rodea en tus rutas de carretera abierta: árboles, asfalto dañado, guardarrailes, coches (y motos)... demasiados factores para una lotería en la que no me gusta tener boletos. Así que decidí comprar una moto dada de baja para no tener la tentación de darle al mango sin tenerlo (casi) todo bajo control, cosa que normalmente sucede en circuito. Además así me ahorraba tener que preparar l motoa, ya que la mayoría de circuiteras traen los extras mínimos para empezar en este mundo tan apasionante. Y tan adictivo. Bueno, ya corto el rollo y os ilustro. Os presento a mi compañera de adrenalina, la Suzuki GSX-R "Martini edition":


Lleva carenados de fibra, escape Viper, desarrollo con un diente menos, latiguillos metálicos, slicks, muelles Ohlins en la horquilla y estriberas Vatermoto retrasadas (fijas, mala opción que luego os explicaré por qué). La estética está basada en el mítico Lancia WRC Martini team, quien también patrocinó a Ducati creo que en SBK.

Pues por fin llegó el día D, amaneció nublado y frío, yo apenas había pegado ojo y el despertador se encendió a las 6:30 (aunque yo ya tenía u ojo abierto), pero siendo la primera rodada del año, y sobre todo, llevando tanto tiempo esperando a estrenar la moto (más de 3 meses la tuve guardada!) ni el sueño, ni los nervios, ni la climatología podían con las ganas de rodar.
Fue un fin de semana rodeado de cosas nuevas, nervios, estrenos y aprendizajes. Me prestaron el remolque (gracias David!), pero tuve que aprender a marchas forzadas a amarrarlo (gracias Agustín! y Aline). Vaya lío con las cinchas, y vaya miedo ver a tu pequeña por el retrovisor de lado a lado en cada rotonda. Primera lección aprendida, hay que amarrar bien la moto al remolque, y para ello parece que nada mejor que unas cinchas de carraca. Como ya he dicho, estrenaba la moto. Pero también casco (Bell M5), espaldera (Forcefield Sub4), caballetes y calentadores. Eso a priori debería ser un motivo de satisfacción, pero a medida que se acumulan y hay cosas que no "encajan", se traduce en nervios, desconocimiento y dudas. Por eso digo que fue un día agriducle. La primera tanda no disfruté. Nada. De hecho según entré en el box a la vuelta de la primera tanda, se me pasaron muchas cosas por la cabeza. La postura me era incomodísima, me costaba horrores poner los pies en los estribos, no podía cambiar marchas fluidamente, en recta no cabía agazapado debajo de la cúpula (ya he comentado que mido 1,95?), la espaldera se me subía al cuello y no podía erguir la cabeza... en definitiva, no iba cómodo en la moto, y estaba siendo un infierno tratar de ir a buen ritmo.

Eso sí, alucinñe con el motor... qué forma de subir vueltas! ese mimso día comprendí por qué a las 600 se les llama "molinillos" jejej BRUTAL. Tengo que dar la razón a mi compi de batallas Rubén, quien me decía que con una 600 me sobraba moto para circuitear (al principio buscaba una 1.000 cc., inconsciente que es uno...)

Primeras tomas de contacto, negociando el Super 7:




Tuve una BMW pegada al culo (perdón, al colín) durante varias vueltas:



Aquí Martina con las pantuflas puestas, no vaya a ser que se resfríe por tener los pies fríos:



Con el paso de las tandas fui encontrando mi postura, cogiendo confianza y sintiéndome más confiado (que no cómodo), así que a pesar de no irme con una sonrisa del circuito como sucedía con la Z, puedo decir que me fui satisfecho, ya que aprendí cosas que me serán útiles de cara a futuras rodadas, que seguro me ayudarán a disfrutar más de la rodada:

1- llevar cinchas de carraca para el remolque.
2- ajustar la moto a mi tamaño y peso (el anterior dueño medía 1,70), sobre todo tengo que hacer algo con las estriberas.
3- hacerme con un buen embudo para repostar, poner un trapo encima del depósito y tener mucho cuidado al echar gasolina con la garrafa.
4- la espaldera, mejor sin los tirantes, ya que sino se sube y acaba molestándome en el cuello.
5- las tandas de 2 grupos no me gustan: no hay apenas tiempo para descansar y como tu compi ruede en el otro grupo, no le ves el pelo en todo el día.

Del Jarama qué decir, dicen que es un circuito muy técnico (no puedo comparar con otros ya que de momento solo he rodado aquí). A mí me encanta, sobre todo la subida de Pegaso, una curva ciega a izquierdas en subida que haces en 3ª a fondo en pleno acto de fe, y la bajada de Bugatti, otro acto de temeridad que pone los pelos como escarpias. En cambio la curva de entrada a meta no me gusta nada, está muy mal asfaltada y como te haga un extraño la moto la ostia puede ser fea, muy fea. Porque ese es otro tema, las escapatorias en el Jarama son muy escasas, irrisorias. Mejor no caerse. Además el asfalto está muy descuidado (hay un par de grietas considerables), y el tema del ruido y la medición de decibelios es de mear y no echar gota. Por cierto, me sacaron dos veces el cartelito de "Noise" (ruido) jeje sí que suena el Viper!

Pues así fue mi primera experiencia circuitera al 100%. A finales de mes entro en Cheste, circuito mítico donde los haya, espero sentirme más a gusto y disfrutar mucho más, seguro que sí!

PD: desde aquí quiero darle las gracias a mi chica: chófer, fotógrafa, ayudante, masajista y sobre todo, gran apoyo para estas aventuras, muchas gracias negrita!

miércoles, 4 de abril de 2012

Ya tengo la moto, bienvenida V-Strom

Buenas tardes,

Por fin la tengo!

Tras una semana de espera recibí la llamada del concesionario: "Carlos, puedes venir a recogerla". Así que después de varios reveses, y algún que otro infortunio (que por no desviar el hilo no comentaré, aunque telita con el conce...), por fin pude girar el contacto, oir el ruido típico de los inyectores activándose, ver el "0" en el odómetro, y arrancar el motor para oir ese delicioso runrún bicilíndrico bajo mis piernas.

El dulce momento de estrenar moto (sea nueva o no) siempre es recordado por un motero. Nunca olvidaré mi primer "acelerón" a mi antigua Bandit, viniendo de una 125 coreana podéis imaginaros mi cara (y sonrisa) cuando el cuentarrevoluciones subía y subía sin parar. Pues bien, sabiendo que ese instante iba a ser mágico, me despedí del comercial, puse primera, y me aislé del entorno: solo yo con la V-Strom y la carretera. Qué gozada, sí señor. Me sorprendió lo acogedora que es esta moto, al instante de subir en ella te das cuenta que es tu moto: ella te da la bienvenida en su cómodo sillón, su motor te dice que es dócil y que raramente se calará (sale sola, parece un tractor), y su puesto de conducción, elevado y confortable, te deja observar todo lo que te rodea sin que sufra la espalda (qué gran noticia!).

Así que apenas 100 kilómetros después de haberla estrenado, puedo afirmar que he hecho una gran compra, seguro que no me arrpiento de ella. Mi chica la ha visto esta mañana en el garaje, detrás de su coche, y se ha emocionado al verla. Espero que esto sea el comienzo de algo bonito. Seguro que sí!

Cuando haya ruteado con ella y haya podido catarla en condiciones, haré un análisis más exhaustivo y la compararé con mis anteriores monturas. Otra cosa que quería relataros es que la ley de Murphy no falla, y tras un invierno de cruda sequía e imponente sol en Madrid, en cuanto me han entregado la moto, semana de lluvias al canto, al menos puedo decir que ya ha sido "bautizada" jeje. Por cierto, estos días sin moto y teniendo que ir bajo tierra al curro (Metro), me he dado cuenta hasta qué punto dependo de la moto. Solo han sido 7-8 días, pero cuánto trastorno! ya no puedes contar con ir a comer a casa, ni a hacer recados entre semana porque no llegas antes de que cierren, ir a entrenar queda a más de una hora en transporte público, y acercarte a cenar a aquel lugar que tenías ganas da más pereza.

En definitiva, todo vuelve a ir sobre ruedas...

Un saludo!