lunes, 25 de junio de 2012

Albacete: cuando tocar rodilla significa seguridad y disfrute...

Buenas tardes mis estimados lectores,

Hoy vengo a relataros mi 4ª incursión en circuito de la temporada (7ª en total). el pasado fin de semana rodé en Albacete, circuito talismán para muchos pilotos, del cual se comenta que es tan fácil y plano que te acabas confiando y al final del día puedes irte al suelo, como desgraciadamente le pasó a un colegui.

Esta vez habíamos quedado varios compis del foro que suelo frecuentar, así que había ganas de pasarlo bien, poner cara a la gente, y para qué engañarnos... hacernos unas carreritas con el puñal entre los dientes. Que para algo es un circuito.

Tras cargar mi moto y la de Agustín, mi compi de batallas, partimos de Madrid el sábado a mediodía, sin prisas. Esta vez al 207 de mi chica le tocó tirar de dos motos, motivo por el cual yo iba un poco acojonado, ya que un mes antes yendo a Kotarr el pobre coche no pasaba de 60 km/h en las cuestas... y eso que solo iba con mi moto.


Pero para mi sorpresa el coche aguantó como un campéón, con cruceros de 110 km/h llegamos sin percances. Bueno, miento, según salimos de Madrid recibí una llamada de Agustín, que iban en su coche detrás nuestro para vigilar el carro y las motos, diciéndome que su moto se estaba inclinando y que una cincha se había soltado. Vaya susto! parada de emergencia en plena M-40 para asegurarlas bien. Ya no se volvieron a mover, pero ya fuimos todo el viaje de ida intranquilos.


El mejor consejo que puedo dar a alguien que esté empezando con el tema del circuito y no sepa cómo subir/ atar/ conducir un remolque con moto/s, es que es mejor preveer todo y perder 15 minutos en asegurarte que está todo bien atado y controlado a tener que estar pendiente del retrovisor, con el corazón en un puño temiendo que a tu moto le dé por caerse a 110 km/h en plena autopista. Jamás hagáis como este pobre infeliz:


Finalmente llegamos a Albacete, y tras perdernos, preguntar, dar alguna vuelta, y dejar por fin las motos y el carro en el circuito, nos fuimos a cenar por Albacete. Nos juntamos un grupo de 10 personas, lo cual siempre complica la elección de un lugar común, así que nos sentamos en el primer bar que vimos con terraza libre.


Craso error. La comida era una mezcla yankee-ecológica de dudoso gusto, y lo que es peor, tardaron una hora de reloj en servirnos. Así que cenamos mal y tarde, y la pizza que desgraciadamente elegí, me dio la noche. Y no, no eran los nervios por rodar al día siguiente, era la masa de la pizza que peleaba dentro de mi estómago evitando morir en los intestinos.

Para más inri, unos desgraciados con ganas de tocar los cojones llegaron al hotel a eso de las 3 a.m., y se pusieron a aporrear todas las puertas de nuestra planta, gritando, dando portazos, corriendo, etc. Igualito que en los campamentos cuando tenía 15 años. La diferencia es que esos capullos sobrepasaban la treintena. Y que yo tenía que pilotar en pocas horas. Lo peor de todo es que creo que esa panda de payasos eran pilotos de la rodada nocturna, y supongo tendrían ganas de terminar la fiesta en el hotel, sin tener en cuenta que había otros pilotos que corríamos en pocas horas. Solidaridad motera le llaman. A la 5ª vez que aporrearon nuestra puerta me levanté de la cama como una exhalación, salí al pasillo y me puse a dar voces, ante lo cual un vejestorio y un niñato con el pelo punta (un cani de toda la vida) se asomaron envalentonados de la puerta vecina diciendo "tranquilo hombre, que no es pa tanto", pero al ver mi tamaño (os recuerdo que mido 1,95 jeje), mi manifiesto cabreo y sobre todo, mi cara de Hulk, decidieron meterse en su habitación como niños buenos.

retrato bastante real de mi reacción nocturna :P

Al día siguiente, como era tempranito por la mañana, me quise enterar de la actualidad, así que puse el telediario matutino en la TV. A todo volumen claro, ya que me tenía que duchar y no quería perderme las noticias. Además así mis queridos vecinos se enteraban de que la prima de riesgo sigue subiendo jijijiji.

Bueno, una vez relatado el inciso de los incidentes, vuelvo al tema circuiteril, que es a lo que hemos venido.

Desayunamos (muy bien por cierto), cargamos el coche, y para el circuito! tenía ganas de probar el asfalto manchego. Bueno, de probarlo no, de conducir sobre él. Llegamos, desmontamos rápido (qué maravilla tener las motos dentro del box esperando a ser montadas), fuimos a saludar a la gente box por box, y para el briefing. Pero el fin de semana no parecía enderezarse, ya que el tiempo pasaba, y nadie salía a pista, los rápidos salían a las 10:00, y mi grupo de medios debería haber salido a y 20, pero eran las 10:30 y el semáforo seguía en rojo. Total, que me acerqué al box de TF Racing, y ante mi asombro, me dijeron que "el médico no ha venido aún, y el director de pista no la abre hasta que no llegue". Al final abrieron pista a y 40 y retrasaron el horario 40 minutos, una putada para los que teníamos viajecito de vuelta. Luego me enteré que al médico se le había olvidado que había rodada, pa matarlo.

Estrenaba estriberas de serie, ya que las retrasadas que llevaba me mataban las rodillas, y según un monitor de Kotarr me "limitaba" el pilotaje (cuánta razón llevabas David!), así que las intercambié con un compi de Madrid antes de la rodada (un saludo Miguel!). Además, aprovechando el montaje, puse cambio invertido, que en la GSX-R es cuestión de aflojar/apretar un tornillo y girar la varilla. Así que las primeras vueltas tocaba ir despacito y con buena letra.

CIRCUITO ALBACETE
11:00. Por fin tocaba entrar a pista. Semáforo en verde, pongo la 1ª (para arriba Romerales!) y GASSS!!!!!

Es cierto que el circuito es facilito, lo cual no quita que también sea muy divertido. Tiene varias curvas en las que puedes pasarlo bien y recrearte con las deslizaderas. Mis curvas favoritas eran la 9 y la 15. El trazado es amplio, permite errores, las escapatorias me parecieron grandes (aunque gracias a quien sea no tuve que probarlas), y el grip, sin ser yo un experto ni mucho menos, me pareció muy bueno. He olvidado un detalle importante al respecto, y que marcó toda al jornada. Estuvimos todo el día por encima de los 30º, llegando a los 34º. Vamos, que nos achicharramos. Menos mal que el mono que tengo es perforado, lo cual sumado a las ansias de rodar hacía que estuviera como loco por montarme a la moto. Me encantaba la sensación de salir del box sudoroso y cansado, dar gas e ir sintiendo el aire circulando por el cuerpo.


Fueron pasando las vueltas y me sentía realmente cómodo. Las estriberas de serie fueron una gran ayuda para ir agusto y descolgar sin tener miedo a dislocarme las rodillas.


Eso de los slicks + calentadores permiten salir a saco desde la 1ª vuelta, y eso se agradece, mientras ves a las motos de serie o con neumáticos rayados calentando gomas o haciendo eses (que no es lo mismo), tú ya estás pensando cómo, dónde y cuándo pegarles el hachazo jijiji. Me encontré águsto en el nivel de medios, durante toda la jornada me pasaron unas 5-6 motos (un par de R1, una ZZR 1400, una R6R y alguna más).

Gracias a Javi pude tomar algún tiempo (el lap-timer chino solo me funcionó bien una tanda) y parece que llegué a rodar en 1'55", tiempo que puedo considerar como bastante bueno, teniendo en cuenta que era mi primera vez en Albacete, estrenaba estriberas y también el cambio invertido (con el cual no acabé del todo contento, tenía que pensar antes de bajar marchas para entrar en curva, y eso penaliza mucho).
Mientras tanto, la Benemérita paró a un piloto que se le ocurrió entrar al circuito en pelotas, bien multado señor agente!

En las últimas tandas me dediqué a mejorar la trazada, apurar un poco más las frenadas, mejorar la postura de los antebrazos y a deleitarme con el sonido de la deslizadera rozando el asfalto. Es curioso, porque mucha gente relaciona tocar rodilla con temeridad o riesgo, pero nada más lejos de la realidad. Yo acabo de comenzar mi andadura en los circuitos, pero me doy cuenta que al escuchar ese delicioso sonido "gsjjjjsskkjjjjrrsssssssjj" te sientes tranquilo, confiado y seguro de tu pilotaje, sabiendo en todo momento dónde va la moto, dónde vas tú y dándote pistas de cómo manejarla.


No tuve sustos reseñables en todo el día. Me hice un mini-recto (sin llegar a salir del asfalto) y tuve que frenar fuerte una vez al ver la rueda trasera del piloto que me precedía a un palmo de la mía, pero poco más.

La última tanda nos la saltamos, más por el viaje de vuelta que por el propio cansancio, ya que yo la habría corrido encantado. Pero nos esperaban 3 horas de vuelta, descargar motos, descargar equipaje, y al día siguiente había que trabajar. De todos modos no me importó tanto no correr la última tanda porque es la más traicionera: ya conoces el trazado y estás confiado, quieres ir rápido para bajar el crono... pero tu cuerpo y tu cabeza ya no responden igual. Esta rodada no fue una excepción, ya que en esa última tanda cayeron una GSX-F  y una Buell. Una penita verlas rebozadas en el mismo box (a los pilotos no les pasó nada).

Me sorprendió gatamente comporbar mi aguante tanda tras tanda sin sufrir un gran cansancio. Empiezo a notar el efecto positivo de estar en forma cuando vas encima de la moto Y es que haber perdido 10 kilos en los últimos meses hacen que me note más ágil para manejar la moto y moverla de curva a curva. Además ahora ya no voy embutido en el mono jeje.

Acabé la rodada cansado, sudado, sediento... pero feliz. Feliz por ir acercándome a los límites, feliz por haber ido a un ritmo decente, feliz por encontrarme al fin cómodo en la moto. Feliz en definitiva por disfrutar de esta pasión rodeado de buena gente y acabar la jornada entero y de una sola pieza (tanto yo como mi montura), que es lo más importante.

Así que al acabar la 7ª tanda tocó recoger bártulos, subir y atar las motos al remolque y despedirnos de la gente.


Esta vez pensamos mejor cómo atar las motos y empleamos 5-10 minutos extras para asegurarnos de tener un viaje tranquilo. Y así fue, tras cerciorarnos de que las motos no se movían ni un ápice, cogimos carretera y de vuelta para Madrid. Cansados pero contentos.

Albacete, un placer rodar en tu asfalto. Volveré!

PD: no puedo finalizar esta crónica sin agradecer (una vez más) a mi chica, Valentina, que me acompañase hasta Albacete, con 32º a la sombra y sin nada interesante que hacer más que aguantar mis nervios, sacar fotos, ayudarme con los calentadores, y conducir... gracias negrita! :)

jueves, 7 de junio de 2012

Primera ruta a dúo: 4 bodas y (casi) un funeral.

Buenos días moteros, bloggeros, y lectores en general,

Hoy vengo a contaros lo que dio de sí nuestra primera ruta en moto a dúo.

Tenía muchas ganas de compartir esta afición, este hobby, esta pasión con mi alma gemela, ya que aún disfrutando cuando voy de ruta con la moto, o cuando voy al circuito, siempre echaba en falta esa maravillosa sensación que es compartir algo que te apasiona con la persona que quieres. Mi chica, Valentina, ha sido muy paciente conmigo y con mi afición a las motos, con mis interminables horas en foros, horas y horas hablándole de la moto, de la próxima rodada, aguantando ausencias meintras me hacía una rutita pir aquí o una Transpirenaica por allá. Así que este año, al ser inminente el cambio de moto, en la elección del modelo pesó bastante el hecho de querer introducirle poco a poco en este mundo.

Así que una vez equipada mi chica de arriba abajo, con casco, pantalones, chaqueta y guantes (nos faltan unas buenas botas), fijamos la fecha, y yo elegí la ruta. Fue este sábado pasado, y la ruta que hicimos es la siguiente:


Como veréis se trata de una ruta cortita, no quería que mi chica se empachara de kilómetros la primera vez. Así que saliendo de nuestro barrio, Chamberí, enfilamos hacia la M-607, para ir pasando por Soto y Manzanares del Real, Navacerrada, Rascafría, Miraflores de la Sierra, y vuelta a casa pasando por San Agustín de Guadalix. En total fueron unos 220 kms aproximadamente, que hicimos plácidamente aproximadamente en 6 horas, con paradas incluidas.

Como digo nos lo tomamos con mucha calma, ya que aunque mi idea era estar en ruta a las 10 de la mañana, finalmente hasta pasadas las 11 no estábamos saliendo del garaje. Pero no importa, gustándole como le gustaa mi chica despertarse poco a poco y sin prisas, no es plan que relacione la moto con madrugones. Eso sí, cuando vengan Julio y Agosto y apriete el calor (aunque ahora no es que haga fresco precisamente), tocará dejar las sábanas antes para aprovechar esas primeras y frescas horas del día. O al menos lo intentaremos ;)

Pues bien, tras preparar el picoteo y bebercio que nos llevaríamos a modo de pic-nic, disfrazarnos de moteros con la cordura (mi chica se sentía rara y decía que no le gustaba ir como un power ranger) y subirnos a la V-Strom, salimos a la carretera dispuestos a disfrutar de un día que nos depararía muchas satisfacciones, bonitos pasiajes, relax, y algún que otro susto. Pero todo a su tiempo.

Se me ha olvidado comentar que para rutear con mi chica he comprado unos intercmomunicadores chinos, los BT Multi-Interphone. 

Lo hice en la web de Dealextreme, tras leer varias opiniones positivas y convencerme que a pesar de ser de Hong-Kong eran fiables y de calidad. Pudimos probarlos en casa y en una mini-ruta anterior a esta, y hay que reconocer que funcionan a las mil maravillas. El problema es que el día antes de la ruta que os estoy describiendo, decidí confirmar el tópico del vasco bruto, y apretando el auricular para dentro con ahícno me cargué el invento :/ así que tuvimos que salir de ruta sin los chismes estos tan útiles. Bueno,así tendría motivo para no darle al mango, e ir lento para poder comentar alguna cosita en plena ruta con mi "artillera". Ya tengo encargado otro.

He de decir que de la ruta apenas no tenemos muchas pruebas gráficas (vamos, que no sacamos muchas fotos), ya que siendo como era la primera vez, preferimos centrarnos en la conducción, la postura, etc. "antes de aprender a correr hay que aprender a caminar". La siguiente ruta quizá mi artillera se anime a sacar la ametralladora en su puesto de ataque y os deleite con sus fotos, las cuales sabe cómo sacar ya que le gusta el mundo de la fotografía, y tiene una buena cámara para ello.

De todos modos, alguna foto sí que pude sacar con mi móvil. Ésta es (y será) nuestra fiel escudera durante (espero) múltiples, lejanos y divertidos viajes.


Estoy pensando que deberíamos ponerle nombre... alguna sugerencia amigos?

Pues nada, la ruta comenzó tranquila, tratando de coger el feeling y charlando de vez en cuando, si bien es cierto que yo en el comienzo no iba lo cómodo que me gustaría Estaba intranquilo quizá por ser la primera ruta seria para mi chica, y porque a pesar de tener un sol radiante a nuestra salida de Madrid, según nos íbamos acercando a la sierra se veía un cielo plomizo, amenazante y desalentador. Vaya! qué mala pata la nuestra, toda la semana con temperaturas insoportables por encima de los 30º, y cuando llega el momento de disfrutar esa temperatura, va y se jode. Al llegar a Navacerrada el termómetro marcaba 13º. Menos mal que habíamos llevado el forro térmico de la cordura (que siendo de verano, es una simple tela de "rejilla") y pudimos pasar esos tramos con más gloria que pena.

Cogimos el desvío hacia Rascafría, y a pesar del frío, veía a mi chica feliz, ella me decía que iba cómoda, y esta disfrutando del paisaje, del aire en la cara, de ser parte del asfalto, en definitiva, de la sensación de libertad que solo la moto te puede dar :)

Antes de llegar a Rascafría observamos desde la carretera la belleza del monasterio de El Paular, y sin estar programada una parada, decidimos hacerla y darnos un garbeo para ver qué nos encontrábamos. Y ya de paso estirábamos las piernas. Compramos la entrada del Tour por dentro (3€), y tras esperar pacientemente a que acabara la misa, un amable y divertido monje nos contó la historia de este monasterio que hace poco celebró los 600 años de vida, y de cómo tras la amortización que hizo que pasara a manos privadas, se les había dado la gestión a su orden Cartuja desde hacía algo más de 50 años. Y lo tenían perfectamente cuidado y reformado, todo hay que decirlo. Nos impresionó la belleza de sus estancias interiores. No soy amigo de sacar fotos a monumentos, me resultan aburridas e insulsas, pero al no tener muchas fotos de la ruta, os ilustraré con una foto del monasterio. Es del retablo, increíble obra en alabastro del siglo XV, la más grande en Europa. Impresionante.



Tras escuchar las historias y anécdotas del monje, nos fuimos de nuevo hacia la moto (me encanta la sensación de estar deseando volver a montar en ella), y proseguimos la marcha habiendo conocido y visitado algo nuevo.

Llegó el turno del puerto de la Morcuera, y ahí ya empecé a disfrutar de la moto y del asfalto, comencé a recuperar poco a poco el feeling de mis rutas años atrás. La temperatura iba aumentando, me sentía confiado, veía a mi chica a gusto, y yo me contagié de su entusiasmo, así que empecé a trazar las curvas una tras otra con suavidad y con determinación. La carretera era nuestra, no había apenas tráfico, solo veíamos vacas, nubes, y un aire puro que teníamos ganas de respirar. Esto marchaba!



Iba llegando la hora de comer, así que tocaba buscar un lugar agradable para deleitarnos con un merecido pic-nic. Así que tras descartar una mesa que vimos en el alto del puerto, por soplar el viento y quedar poco resguardada, decidimos parar en una fuente que estaba recogida, y además nos ofrecía sus dos robustos bancos de piedra para descansar y poder degustar los aperitivos que habíamos metido en el Givi Maxia de 55 litros.


Tras saciar nuestro apetito con ricos aperitivos que habíamos cargado (qué bien sienta el salmorejo fresquito!), decidimos re-emprender la ruta. Tras comer siempre subes con más pereza a la moto. Cuesta más trazar, el estómago está en plena digestión y al concentrarse mucha sangre alrededor del mismo, el cuerpo digamos que está a otra cosa. Aún así, mi intención era enfilar hacia la M-604 pasando por el angosto pero precioso puerto de Canencia. Pero cuál fue mi sorpresa cuando al querer coger el desvió que hay en Miraflores de la Sierra vi en su cartel una enorme aspa roja y un mensaje: "cerrado por prueba deportiva". "Vaya, debe haber un rally o algo así" pensé. Entonces vi cómo bajaba una Moto Guzzi y decidí preguntarle a su jinete qué ocurría. Resulta que Mutua Motera había organizado un curso de conducción segura en carretera abierta, y  tenían cortada la carretera desde la zona del pic-nic hasta el final del puerto. Adedmás de explicarme aquello, el amable motero, el cual venía de realizar el curso, me dio dos bolsas con todos los folletos e información que le había dado la Mutua. Todo un detalle. Aún así, como buen vasco, a cabezón no me gana nadie, así que enfilé el puerto de todos modos "para ver qué nos encontrábamos". Al poco de iniciar la marcha nos encontramos con un camión cruzado y un operario que amablemente nos dijo lo del curso, pero que si queríamos podíamos ir hasta que estuviese cortado y volver. Cosa que hice.

Por cierto, he olvidado comentar que en la parada del avituallamiento observé cómo el famoso  defecto de las V-Strom y su estribera trasera es cierto, mirad cómo estaba la estribera trasera tras apenas 3 meses y 2.000 kms:


Me parece una vergüenza que una moto nueva, y con tantos años en el mercado tenga este defecto, el cual me parece grave porque conlleva un riesgo para el pasajero. En fin, me tocará poner unas bridas y pegamento. Mal Suzuki, mal.

Tras hacer una breve incursión de ida y vuelta por el puerto de Canencia, decidimos parar a tomar un cafelito que nos diera fuerzas para lo que quedaba de viaje, aunque hay que decir que apenas nos sentíamos cansados, más bien atolondrados por la comida que acabábamos de ingerir y el calor que ya se dejaba notar. Total, que ya siendo las cuatro de la tarde pasadas, a pesar de tener yo en mente alargar un poco más la ruta, decidimos (con buen criterio) emprender ya la vuelta a casa. Mejor irse con buen sabor de boca y frescos que no llegar tarde y cansados. Así que de nuevo a montar en nuestra escudera fiel (tengo que ponerle nombre), y de vuelta a casa.

Tal y como os he dicho al comienzo del relato, resultó ser una ruta placentera pero que depararía "algún que otro susto".

Pues bien, el primero de ellos, si bien no lo considero susto, sí fue cuanto menos una cosa curiosa. Y es que en plena ruta se me cruzó una  serpiente a apenas 10 metros de la rueda delantera. No hablo de una culebra no, hablo de una serpiente, de un tono amarillo verdoso, cuto tamaño estimo que era mayor al metro de largo, y de un grosor importante, como el brazo de un ser humano. Cruzó la carretera así como con prisa, en su estilo zigzagueante y sin mirar a los lados. Nuestro gran amigo (y defensor de las motos) Pere Navarro debería haber hecho campañas de educación vial a los animales de los bosques españoles. Así sí que nos ahorraríamos muertes de moteros. Y muertes de animales también. No con tanto radar escondido y controles "por nuestra seguridad". Menos mal que Pere nos ha abandonado, o más bien le han echado...


Esta foto la he sacado de google, pero algo así fue lo que pasó delante nuestro.

Pero lo de la serpiente tan solo era un aviso de lo que nos esperaba más adelante. Ya que al rato, en la carretera que une Miraflores con Soto del Real, yendo a unos 80 km/h, una señora decidió saltarse a la torera la normativa vial, y le dio por jugar con nuestras vidas, ya que se incorporó a la carretera desde un camino rural, sin mirar si venía alguien por la carretera. Y sí, venía alguien. En sentido contrario, nosotros encima de la moto, y en el de su marcha, un Mercedes. Así que ahí estaba yo, con mi chica detrás en su primera ruta en moto, yo con una moto que aún no me ha dado tiempo a conocer, a 80 km/h, y a escasos 20-30 metros una señora con su Nissan Almera (sí era ese modelo, se me quedó grabado a fuego) que había decidido que en la carretera solo estaban ella y su coche, y que además había dejado cruzado en medio de la calzada al vernos encima suya y quedarse paralizada. Vaya situación! no os la deseo a nadie. Para nuestra alegría ( ya la de nuestras familias), salimos airosos del percance. En parte creo que debido a la pericia aprendida en mis años de conducción en ciudades como Barcelona o Madrid, la cual hace que mi sentido "arácnido" esté siempre alerta y frene en cada cruce, aunque tenga yo la prioridad. En parte gracias a que el conductor del Mercedes con su cara de "pero qué coño!" frenó viendo el panorama y me dejó pasar por su carril. Aún no sé muy bien cómo, pero conseguí frenar a tope sin tirar la moto (el ABS no saltó para mi sorpresa, o si lo hizo no me enteré) mientras giraba todo lo que podía hacia el otro carril, para pasar rozando el morro del Almera, mientras le pegaba una pitada monumental a la señora temeraria y le mentaba a su madre, que había decidido traer al mundo a semejante inútil sobre el volante.

Quizá me esté pasando con la brillante conductora, pero señores, por un despiste como ese podríamos estar hablando de una desgracia, y sabiendo que mi chica iba detrás, no sé cómo hubiera reaccionado en caso de accidente. Prefiero no imaginarlo, porque me hierve la sangre.

Total, que tras lograr esquivarla, pitarle y gritarle hasta quedarme sin aliento, decidí parar para charlar y tratar tranquilizar a mi pobre artillera, la cual nunca se había encontrado en semejante situación. Yo sí, y la primera vez que te llevas un susto de verdad encima de la moto no es nada agradable, el corazón retumba en tu pecho y se te quiere salir por la boca, repiras rápido y entrecortado, tienes ganas de llorar y maldices la moto. Así que hablamos tranquilamente, traté de quitarle hierro al asunto y le expliqué que eso que acababa de ver y sufrir (homicidio involuntario lo llamaría yo) era el pan de cada día para un motero. Ella comentó que, a pesar del susto, estaba contenta por cómo había reaccionado yo y la moto. Así que tras tranquilizarnos, emprendimos la marcha de nuevo, a un ritmo más tranquilo y suave. Se me pasó la cabeza dar media vuelta y exprimir el motor de la V para dar caza al Almera y reprenderle con ganas, pero creí que eso solo empeoraría la situación, y mi chica se asustaría aún más. Y ese era una ruta para ella, así que decidí no estropearla y tirar millas. Si hubiera ido solo quizá ahora estaría pendiente de recibir una denuncia, quién sabe.

En fin, que ese borrón no logró ensombrecer la ruta que hicimos. Lo pasamos muy bien, sivió de "bautismo" a mi chica y en sus propias palabras le encantó la experiencia. Así que este finde, si el tiempo nos lo perpite, más!

Ah, y el próximo finde voy al circuito de Albacete con mi compi Ajo y nuestras respectivas. Prometo crónica :)

Un saludo, y gracias a los valientes lectores que hayan conseguido leer este pedazo de ladrillo.